jueves, 6 de mayo de 2010

SEMINARIO.

Llega la fase final de la asignatura, y por lo tanto también la etapa final de los seminarios. Esta vez, el tema del seminario ha mejorado, con diferencia. Ha sido un tema centrado en el ámbito penitenciario, en el cual estoy bastante interesada, debido a que en un futuro quizás opte por realizar mi trabajo en este espacio.
El seminario ha venido dado por una compañera de cuarto de Trabajo y Educación Social, la cual ha estado dentro del Centro Penitenciario de Alhaurín de la Torre, Málaga.
A partir de esta exposición hemos podido percatarnos de las funciones que realizan tanto trabajadores como educadores sociales en los centros penitenciarios. Nos han informado del trabajo que realizan los trabajadores y educadores sociales en diversos ámbitos, sobre todo incidiendo en los servicios sociales (ámbito al que pocos llegaremos), pero nunca nos habían hablado de los centros penitenciarios.
En primer lugar, debo mencionar como se realiza el acceso a este ámbito, a pesar de que la educación y el trabajo social sean carreras íntimamente relacionadas entre sí. Para el trabajo social existen unas oposiciones que lo colocan directamente dentro del centro penitenciario, sin embargo, los educadores sociales tienen que trabajarse su puesto de trabajo, ya que después de realizar unas oposiciones de funcionario de prisiones ( puesto que no existen oposiciones en este ámbito directas para ellos), tendrán que trabajar y realizar una serie de cursos hasta llegar a ser educador dentro del campo de los centros penitenciarios. A esto decir, que estos puestos de educadores sociales son realmente de educadores sociales, ya que en los contratos así se estipula, sin embargo son ocupados por otros profesionales que no adoptan este perfil.

En cuanto a las funciones que tanto el educador social como el trabajador social realizan podemos observar una coordinación entre ambas. El educador social, al haberse especializado en este ámbito una vez dentro, se le asigana la función de clasificación de los presos, que la llevan a cabo a través de un contacto directo que mantienen con ellos. Además se encargan de la orientación en los diferentes ámbitos (laboral, educativo, social…) de los presos. Estas funciones se complementan con las del trabajador social, el cual además de centrarse en ofrecer información y realizar tramitaciones, funciones que siempre se les han sido otorgadas, también tienen funciones de “calle” y contacto con las familias de los presos.
Tanto unas como otras funciones son importantes de tener en cuenta, tanto sí éstas van dirigidas a los presos como si van destinadas para los familiares de los mismos. No obstante, he de decir que es importante el trabajo que se realiza fuera de las rejas de las prisiones. Y es que, como ya sabemos, en nuestro proceso de socialización estamos muy influidos por los distintos agentes sociales que nos rodean, y son éstos mismos apoyados en mayor o menor medida de otros factores (biológicos, psicológicos), los que nos determinan nuestra conducta y acciones futuras. Así pues, hemos de adentrarnos, como profesionales de lo social, en las personas que rodean y el ámbito en el que se encuentra el preso. Por lo tanto, es de importancia señalar la función del trabajador social en el contacto con la familia, pero también incluir o tener en cuenta un abanico más amplio en el que se ha desarrollado y crecido el preso. Pero claro, también esto implica un aumento de los gastos, un gasto que se refleja en más personal, más tiempo… que no creo que se esté dispuesto a pagar.

Por último, quiero reflejar la impresión que he extraído de este seminario y que muy bien se nos ha comentado desde la experiencia de esta compañera. Simplemente quería comentar que la profesión de educador social no está tan reconocida como la de trabajo social, a pesar de que ésta última tampoco tenga el prestigio que se le da a una de derecho. Pero a esto decir que tenemos que ser optimista, ya que ambas son de reciente establecimiento en las aulas universitarias, más aún la educación social. También decir que es evidente que nos moleste que nuestro trabajo lo realicen otros profesionales, puesto que en primer lugar nos quitan los puestos de trabajo (siendo realistas), y por otro, porque nos desprestigian ya que no lo han estudiado y realizan un trabajo nada profesional, puesto que no se han especializado en ello. Por ello, creo que para introducirnos de lleno en el mercado laboral, y sobre todo para que se nos reconozca nuestras profesiones, debemos empezar por reivindicar nuestros puestos de trabajos, ya que en ellos nos hemos especializados.
Seguiremos luchando por la educación social y el trabajo social, pero esta vez “haciendo algo”, ya que somos “muy reivindicativos”.

1 comentario:

  1. Es gratificante ver cómo se suscita la reflexión y el debate a partir de las temáticas de los seminarios. Me alegro de que éste te resultase interesante.

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